Libro de chistes cortos buenos

Esto era un hombre que iba a hablar con el cura para enterrar el perro en el cementerio. Y el cura le dice: -No podemos dejar que entierres al perro aquí, que este es un campo santo y lo mejor es que vayas a un monte, lo entierres y si quieres le pones una crucecita de madera. Entonces, el hombre le responde: -Está bien padre, muchas gracias, me iré con mi perro y los 5000 euros que tenía para el entierro. Al oir esto el cura le dice: -Bueno, pensandolo bien... Si el perro era católico...