Libro de chistes cortos buenos

Un pasajero sube a un taxi, le indica la dirección al conductor y emprende el viaje, al rato, cuando llegan al destino el pasajero observa que el taxista se pasa de calle, entonces, le toca el hombro al taxista para recordarle la dirección y el taxista grita, pierde el control del coche y choca contra un escaparate. En esto el taxista dice: -No me haga eso ¡Casi me mata del susto! El pasajero le pide disculpas y le dice: -No pensé que se fuera a asustar tanto. -No se preocupe, es mi primer día. -¿Y en que trabajaba antes? -Conductor de coche fúnebre.