No se ha encontrado la página, pero no te preocupes, tienes miles de chistes para ver en la web

Esto es un hombre que entra en un bar de pinchos y hui! hai! hai!

Se encuentran dos amigas por la calle y le dice una a la otra: -¿Que colonia usas? -Uso una de lavanda. -Pues creo que se te ha muerto un músico!

Qué le dice un pez a otro pez? -Nada

¿Como se llama el niño más delgado de Japón? Yocomo Poko

Le dice un doctor al paciente: -Le quedan 7 días de vida. -¿Y que puedo hacer? -Vaya a vivir con su suegra, le parecerá una eternidad.

Va un hombre al médico y le pregunta: ¿Cómo ha salido todo? -Pues su mujer está bien, pero al niño le hemos tenido que poner Oxígeno. -Vaya hombre, yo que le quería poner Juan...

Qué le dice un ojo a otro ojo? Estamos separados por narices

que hace una vaca con los ojos cerrados? leche concentrada

¿Qué le dice una nalga a otra nalga? -Hay un soplón entre nosotros...

¿Cual es el pariente vegetariano de Bruce Lee? Broco Lee

La madre de Jamito le dice: -Vamos a la peluquería -No quiero, que no tengo ganas. -Pero Jaimito por qué tienes miedo de ir a la peluquería? -Por que allí hay una crema que te quita diez años y yo solo tengo siete!

En el colegio: -Niños, decirme palabras que empiecen por "Hiper" -hipermercado -Muy bien, a ver otra! -Hipervelocidad -Vale, está bien. A ver Jaimito, di tu una! -Droguería! -¿Cómo que droguería? -Si profe, Y PERfumeria.

Doctor Doctor, no puedo recordar nada. -Vaya, ¿y desde cuándo tiene usted este problema? - ¿Qué problema?

Este es un piojo que se estaba duchando y le dice a su mujer: ¡cariñoooo pasamee el champú para piojos!

Estos son dos amigos vascos que llegan a un concesionario de coches y le dice uno al comercial: -Mire, quería comprarme ese coche. -Muy bien, son 55000 euros. -Pues perfecto entonces, aquí los tiene. En esto le dice el amigo -Deja Patchi, que esta la pago yo!

Lega un tipo a una cantina y le pide al cantinero tres copas de licor y da una explicación:- Lo que pasa es que tenía dos amigos que ya murieron y en su honor yo me tomo las copas que ellos se hubieran tomado conmigo. Eso lo hacía todos los días, hasta que un día solo pidió dos copas que luego se bebió. El cantinero muy extrañado le preguntó: -¿Y ahora qué pasó, acaso ya se olvidó de uno de sus amigos? -No, lo que pasa que yo ya dejé el vicio.