Libro de chistes cortos buenos

Max está hablando con Moritz: -Tengo un secreto (que sólo yo conozco): Para gozar de buena salud... ¡no hay nada como comerse una cabeza de ajo al día! Moritz le responde (tapándose la nariz): -¡Ufff! Max, te jugo que no es ningún secreto.