-Mi mujer no me habla, mis hijos no me hablan, mis empleados no me hablan… Doctor ¿Porqué nadie me habla? -Que pase el siguiente.

-Doctor, casi no veo. Creo que necesito gafas. -Y que lo diga, ¡¡porque esto es una pescadería!!

Llega un hombre al médico con dos clavos en la mano y le pregunta el médico: -¿Pero tú que has hecho? -¡Que parece que no funciona lo de un clavo saca otro clavo!

¿Qué te ha dicho el médico? -Que deje el alcohol, que haga deporte, que coma más sano y que como mucho dos cigarrillos al día... -¿Y qué? ¿Cómo lo llevas? -Pues bien, pero lo peor son los dos cigarrillos ¡porque no he fumado en mi vida!

-Doctor, llevo una semana que no escucho absolutamente nada por un oído... -A ver, diga cien... -Cincuenta.

Me ha dicho el médico que me quedan dos meses de vida... -¡Cuánto lo siento amigo! ¿Y tú qué le has dicho? -Que a ver si pueden ser Julio y Agosto...

Va un hombre de 250 kilos al médico y le dice: -Doctor, creo que soy estéril... -Estéril no, tu eres Obelix

-Doctor, ¿cómo está mi mujer? -Está en estado crítico... -Ya lo decía yo... es que no hace más que criticar!

-El otro día el médico me quitó el jamón, las gambas y el vino... -¿Y qué hiciste? -¡Pues de camino a casa tuve que volver al súper!

-Doctor me duele aquí. -Tiene usted infección oído otitis... -Pues ojalá sean titis.

-Mire doctor, tengo todo el cuerpo lleno de pelo... ¿qué padezco? -Padeces un ozo.

¿Qué tal en la logopeda? -Mal -No me jodas! -No, no mejodo.

-Doctor, cómo han salido los análisis? -Pues mire, por la impresora

-Tengo mañana cita con el oftalmólogo... -El de ver te llama

En el médico: -Veo que su tos ha mejorado mucho... -Normal, llevo toda la semana practicando

- Doctor, tengo alergia al vino. - ¿A qué vino? - A que me mire la alergia.

- Doctor, sin rodeos, ¿tengo un problema de memoria? - Que siiiiiiiiiiii

- Hola buenas, ¿tiene pastillas para dejar de ser tan exagerado? - Sí, claro, ¿cuántas cajas quiere? - Trescientas mil.

- Disculpa, ¿tiene pastillas contra la pereza? - Sí. - Pues póngame una en la boca.

—Doctor, sin rodeos, ¿tengo problemas de memoria? —¡¡¡QUE SÍIIIIIIIIIIIIIII!!!

- Doctor, me siento mal - Pues siéntese bien

Esto es una anciana que va al médico, y este le dice: - Me temo que hay que hacerle unas placas. - ¿De tórax? Ya las hice la semana pasada... - No, de mármol.

Iba la manifestación blanca a tope gritando: ¡Qué queremos! -¡La cura para el alzheimer! Lo repetían una y otra vez. -¿Cuándo la queremos? -¡La cura para el alzheimer!

-Me gusta cuando las cosas acaban bien. -Pero doctor, ¡si el paciente ha muerto! -Pero mira mi bata, ni una mancha...

Entra en la farmacia. -Hola, por favor, ¿tiene algún medicamento para el cansancio? -Bueno, mire, tal vez estas pastillas. -Emm vale, ¿me puede poner una en la boca?

Un señor entra en una farmacia y le dice a la dependienta: -Me duele la barriga; ¿qué podría tomarme? -Creo que lo que mejor le irá son las famosas pastillas del doctor Chorlito -le aconseja la farmacéutica. -¡Ah, no, eso sí que no! ¡Deme lo que sea, cualquier cosa, todo menos esa porquería! -¿Por qué dice eso? -¡Porque el doctor Chorlito soy yo!

-¡Doctor, este año por Pascua no hemos conseguido ni un solo huevo de chocolate de mi gallina! -Pero hombre, ¿cómo quiere que le dé huevos de chocolate? ¡Eso es imposible! -¡Pues por Navidad nos hizo unos turrones buenísimos!

Un señor va a la consulta de un psiquiatra, y le dice: -¡Doctor, doctor, doctoooor! ¡Hablo mientras duermo! -¡Bah, no se preocupe, no es grave! -le responde el médico. -Sí que es grave -exclama el paciente-: ¡a mis compañeros de oficina les molesta muchísimo!

Un dentista llega a casa y a la hora de la cena le dice a su esposa: -El negocio va fatal... -¿Ah, sí? ¿Y qué piensas hacer? -He decidido buscarme un socio. -¿Otro dentista? -No... ¡un fabricarte de turrones!

Un señor acompaña a su abuelo al hospital porque han de operarle una pierna. Espera fuera del quirófano hasta que por fin aparece el médico, y le pregunta: -Doctor, ¿cómo ha ido la operación? El médico se pone pálido y balbucea: -Glups... ¿Operación? Pero ¿no era una autopsia?

Un paciente acude al psiquiatra. Tras examinarlo, el médico concluye: -Hummm, ¡usted padece manía persecutoria! Pero el paciente le replica, muy alterado: -Eso no es cierto, doctor, ¡en realidad dice eso porque es usted quien me tiene manía a mi!

Un pobre hombre acude al ambulatorio y le pide consejo al médico: -Verá, doctor, vivimos en un piso pequeño mis tres hermanas y yo. Una tiene cuatro perros, la otra siete gatos, y la tercera está criando ocho conejos... Como puede imaginarse, la casa apesta de lo lindo. ¿Usted qué haría? El médico medita su respuesta y por fin dice: ¿Ha probado a abrir las ventanas de par en par? Así circularía el aire... El hombre le replica, horrorizado: -Sí, hombre, ¡¿y qué más?! ¿No ve que entonces se escaparían mis cincuenta palomas?

Un señor telefonea al médico: -¡Doctor, mi esposa está convencida de que es un avión! -¡Caramba -exclama el médico-, pues tráigala a la consulta cuanto antes! -¡Doctor, no sé cuándo podrá venir. Ahora mismo está en vuelo... ¡además, en el aeropuerto hay mucha niebla y a lo mejor la hacen desviar hacia otra ciudad!

Una padre primerizo está solo en casa con su hijito enfermo. Llama al médico: -¡Doctor, doctor, mi hijo tiene cuarenta de fiebre! El médico acude a toda prisa y cuando llega lo primero que hace es ponerle el termómetro al niño. -¿Por qué me ha dicho que estaba a cuarenta? ¡Tiene treinta y seis con cuatro! -Pues claro, ¿y cuánto son treinta y seis más cuatro? Pues cuarenta, ¿no?

Un hombre que llevaba años visitando al psiquiatra porque estaba convencido de que era un perro vuelve a la consulta. -¡Felicidades -le dice el psiquiatra-, ya está curado! El paciente suspira aliviado y exclama: -¡Qué bien, estoy tan contento que no puedo dejar de mover el rabo!

Un médico regaña a su paciente porque está muy obesa: -¡Señora, le dije que sólo hiciera una comida en todo el día! -¡Pero si es lo que he hecho, doctor! -le responde ella. -¡Sí señora -replica él, furioso-, pero no me refería a que se pasara todo el día comiendo sin parar!

En el hospital hay un tipo vendado de pies a cabeza. Está tan grave que nadie alberga esperanzas. A su alrededor hay diez médicos examinándolo, y todos están de acuerdo en que su caso no tiene remedio. Sin embargo, el enfermo se recupera de pronto, vuelve en sí y abre los ojos. Al ver toda aquella cantidad de médicos que lo rodea, exclama: -¡Pero qué hace aquí tanto idiota junto! Uno de los médicos comenta, sorprendido: -¡Es increíble! ¡Nos ha reconocido!

En la consulta del dentista se oye un grito desgarrador: -¡Aaaaaaay! El dentista regaña al cliente: -¿Quiere usted hacer el favor de comportarse, señor mío? ¡Aún no le he tocado ningún diente! -¡Puede que no me haya tocado un diente, pero ya lleva un buen rato pisándome el pie!

Dos ancianos, marido y mujer, van a restaurante. El viejecito pide: -¡De primero una sopita y de segundo un bistec a la plancha! -¿Y usted, señora? -pregunta el camarero. -Para mí, al revés: ¡bistec a la plancha de primero, y después la sopita! -Pero ¿no sería mejor que los dos empezasen por la sopa y después se comiesen bistec? Los dos viejecitos sueltan un suspiro y le responden: -Sí, claro, pero hemos de hacer turnos... sólo tenemos una dentadura postiza para los dos...

-¡Doctor, doctor, doctooor! ¡Me he engordado setenta kilos! -No se preocupe, señora -la tranquiliza el médico-. Y ahora abra la boca y diga muuuuu...

Un médico visita a su paciente. -¿Qué, cómo le ha ido el remedio que le di para el resfriado? -Hombre, así, así... -¿Cómo es eso? ¿Ya se toma el zumo de naranja después del baño caliente? Y el paciente le responde: -¿Sabe qué pasa, doctor? Que después de beberme toda el agua del baño caliente, el zumo ya no me entra...

Un médico le pregunta a su paciente: -¿Qué tal, cómo se encuentra? -Escuche, doctor, ¿por qué se cree que he venido? Eso tendría que decírmelo usted, ¿no?

-¡Doctor, he pasado demasiado tiempo ante el ordenador, y ahora veo doble! -Comprendo... Siéntese y explíquemelo con más detalle. Coja una silla... -Disculpe, ¿cuál de las dos he de coger?

-¡Doctor, doctor, doctooooor! ¡Me he pasado tanto rato delante del ordenador que creo que he perdido la memoria! El médico se lo queda mirando y le dice: -¿Desde cuándo le sucede? -¿Desde cuándo me sucede qué?

Un hombre llama al médico. -¡Doctor, creo que estoy fatal! ¡Se me ha metido en la cabeza que soy un ordenador! -¡Lo primero que tiene que hacer -le dice el médico- es venir a mi consulta cuanto antes! -¿Y cómo quiere que vaya a su consulta? ¡Estoy enchufado y el cable no llega!

-¡Doctor, doctor! ¡¡Creo que me he pasado usando el ordenador tantas horas! ¡Veo doble! -No se preocupe, no es grave. ¡Cuando vaya por la calle, cierre un ojo, y problema resuelto!

En el médico. -¡Doctor, doctor, desde que fui a ver el Gran Premio de Fórmula 1 estoy convencido de que soy un coche de carreras! -Entiendo... voy a examinarlo. Para empezar, quiero que abra bien la boca y diga: ¡Broooom... broooom...!

Un loco va al médico. Lleva la ropa desgarrada. El médico le pregunta: -¿Qué, aún sigue pensando que es un hueso? -No, qué va, ahora ya sé que soy un hombre. ¡El problema es que su perro aún no lo ha entendido!

Un tipo llega al hospital en una ambulancia. El médico le pregunta: -¿Le duele si le toco aquí? -No. -¿Y si le toco aquí? -No. -¿Y le toco aquí? -Tampoco. -¿Y en este otro punto? -No noto nada. -Pero ¿cómo es posible? -¡A lo mejor es porque usted me está tocando la pierna derecha y yo me he roto la izquierda!

-Oye, ¿tú por qué estás siempre comiendo zanahorias? -Pues porque son buenísimas para la vista. -Y ¿cómo puedes estar tan seguro? -Hombre, ¿tú has visto alguna vez a un conejo con gafas?

Un paciente acude por primera vez a la consulta de un médico. El doctor comienza con las preguntas habituales: -¿Qué tal anda de apetito? -¡Bien! ¡Tengo un hambre de lobo! -¿Y de sueño? ¿Duerme bien? -¡Estupendamente! ¡Como un lirón! -¿Y trabaja mucho? -¡Como un mulo! -¿Bebe mucha agua? -¡Más que un camello! -Pues entonces, ¿no cree que lo mejor sería que lo visitase un veterinario?

Un paciente acude por primera vez a la consulta de un médico. El doctor comienza con las preguntas habituales: -¿Qué tal anda de apetito? -¡Bien! ¡Tengo un hambre de lobo! -¿Y de sueño? ¿Duerme bien? -¡Estupendamente! ¡Como un lirón! -¿Y trabaja mucho? -¡Como un mulo! -¿Bebe mucha agua? -Más que un camello. -Pues entonces, ¿no cree que lo mejor sería que lo visitase un veterinario?

Un microbio se encuentra a otro y lo saluda: -Hola, ¿qué tal te va? -Uff, estoy malísimo. -¿Ah si? ¿Qué te pasa? -Tengo un ataque de penicilina.

Un hombre va al médico porque está muy preocupado. -Verá, doctor, tengo la sensación de que nadie me escucha. Hablo y nadie me hace caso, y me temo que mis palabras aburren a la gente... ¿Qué puedo hacer? -¡Enfermera, que entre el próximo paciente!

Un cirujano visita a un paciente que está a punto de ser operado. El paciente está muy nervioso. -Doctor, ¿saldré de esta? -No se preocupe. Esta operación la he realizado más de cien veces... -Ah así ya me quedo más tranquilo -Y que sepa que una vez hasta me salió bien.

Un tipo entra en un bar y empieza a gritar: -¡Vamos, todo el mundo fuera, tienen que salir todos ya del bar! El propietario, furioso, le pregunta a qué viene tanto escándalo, y el hombre le responde: -Lo siento, pero el médico me ha dicho que debo de tomar el café solo.

Un hombre, convencido e que tenía mil hormigas recorriéndole todo el cuerpo, acude al médico, fuera de sí: -Haga una cosa, tengo mil hormigas encima. -Pero ¿qué hace? No me toque, que me las va a pasar a mi.

-Doctor, doctor, mi mujer está a punto de dar a luz. -¿Es su primer hijo? -No, hombre, no, soy su marido.

-Ya tenemos su diagnóstico: usted tiene el síndrome de Harrelson. -¿Y eso es grave, doctor? -Todavía no lo sabemos, señor Harrelson.

Dos amigos se encuentran y uno le dice al otro: -¿Cómo estás Pepito? -Pues verás, acabo de salir del médico y me ha dicho que tengo que tomarme una pastilla al día durante el resto de mi vida -le explica Pepito, muy abatido. -Vamos hombre, no será para tanto. -Es que me ha dicho que solo necesitaré seis pastillas.

En la consulta, un médico le reprocha a un esqueleto: -Hombre, ya podría haber venido usted un poco antes.

-¡Doctor, tengo amnesia! -¿Ah sí, y desde cuándo? -¿Desde cuándo qué?

-Doctor, me toco aquí y me duele, me toco allí, y también me duele, y si me toco en esta otra parte, me duele también. ¿Qué tengo, doctor? -Pues el dedo roto.

El doctor le pregunta a su paciente: -¿Qué tal, cómo se encuentra? -Disculpe, doctor, pero eso tendría que decírmelo usted.

Llega el hombre al dentista y le pregunta: -A ver, ¿cuánto me cobra por quitarme una muela? -200 euros, por ser la primera vez. -Mira hombre, ¿y la segunda? -No lo había pensado, ya que nunca vuelven.

-Doctor, ¿usted curó de viruela al hijo de la marquesa? -Sí. -¿Y le pagó bien? -Espléndidamente. Pero, ¿a qué viene tanta pregunta? -Pues venía a cobrar mi parte, porque fue mi hijo el que le contagió.

Aquí estoy doctor, y ya me ve las pintas, no se que hacer. Lo cierto es que llevo una semanita que para que contarle. Tengo mucha sed y bebo como un camello, ando con fiebre de caballo y aún a pesar de todo trabajé como un burro. -Así por lo pronto, mejor vaya a ver al veterinario.

Tras la intervención del cirujano, el paciente satisfecho es agradecido: -Doctor, le debo a usted la vida. -No hace falta, con 4000 euros me conformo.

-Doctor Suarez, cada vez que tomo café, acabo sintiendo molestias en el ojo derecho. -Entiendo señor Pérez. ¿Ha probado a sacar la cucharilla de la taza?

Era un niño tan tan feo que cuando el médico lo vio al nacer le dijo a su madre: -Señora tengo que darle unos golpecitos a ver si llora. Si no lo hace es un quiste ovárico.

En el consultorio, el paciente le muestra a su médico los resultados de sus análisis. El médico los analiza con cara de preocupación y le dice: -Vamos a tener que hacerle una plaquita. -¿De tórax? -No, de mármol.

El tipo se despierta y llama al doctor que todavía andaba por allí cerca y estaba de espaldas. -Y bien, doctor, ¿qué tal salió la operación? El médico que no se había dado la vuelta y parece que le costaba hacerlo dice: -¿La operación? ¿la operación? ¡Pero si esto era una autopsia!

Esto era una chica que tenía ciertas molestias y se decidió a ir al ginecólogo. Este la examinó y muy seguro de si mismo dijo: -Está usted embarazada. -¿Cómo? Pero eso es es imposible. No me ha tocado un hombre en mi vida. El ginecólogo se alejó hacia la ventana y se puso a otear el horizonte. La chica totalmente desconcertada dijo: -¿Pero qué demonios hace ahora? -Nada, que la última vez que pasó esto vinieron 3 reyes Magos y una estrella se puso en el cielo. No me lo quiero perder.

Pusieron como nuevo médico de la Seguridad Social a Jesucristo, y en esto que le llega un paciente que se queja: -No puedo caminar. -Levántate y anda. -Pero es que... -¡Levántate y anda! Tras el grito el paciente se va andando, pero muy enfadado de la consulta, y entonces los demás le preguntan: -¿Qué pasó, que tal con el nuevo médico? -Como todos, ni me ha mirado siquiera.

Va un camionero al dentista pero cuando se le acerca el médico no quiere abrir la boca. -A ver hombre, enséñeme esa muela, tranquilícese. A ver, le voy a dar un poco de whisky, tome un poco de esta botella a ver si le pasa el miedo. El camionero se bebe toda la botella y el médico dice: -A ver ahora, ¿ya se encuentra más valiente? -Pues sí... ¡A ver quién es el guapo que me toca ahora mi muela!

Era un señor que tenía problemas al ir al baño. Cuando iba a mear le dolía así que fue al urólogo quien lo examinó y le dice: -Usted tiene una enfermedad de transmisión sexual. -Anda ya doctor, si yo siempre tomo muchas precauciones. -No me engaño. ¿Qué precauciones suele tomar usted? -Siempre doy nombre y dirección falsos.

Al doctor Tilla lo despiertan a las tantas de la madrugada: -¿Sí? -Doctor, doctor... Venga enseguida, que mi hijo acaba de tragarse una rata. -¿A estas horas? Pues dígale a su hijo que ahora se trague un gato.

En la consulta del oculista, dice un paciente: -¿Usted cree que soy corto de vista, doctor? -Doctora.

En el hospital, se oye por megafonía: -Doctor Tilla, doctor Tilla, suba a la primera planta. Y un momento después se oye: -Doctor Tilla, doctor Tilla, haga el favor de bajarse del cactus.

El doctor Tilla va a visitar a un paciente a su casa y, como no le abre la puerta, le pregunta al portero: -Perdone, ¿sabe si el señor Gerardo ha salido? -Sí, ha ido a un entierro. -Gracias. Y... ¿sabe si tardará mucho? -Hombre, creo que sí. Más que nada, porque era el muerto.