A un chiquito que tenía un cabezón tremendo siempre le decían... -¡Oye! ¡Tienes mas frente que las Farc!

A su regreso de las vacaciones, un tipo muy tacaño se encuentra un amigo. -¿Qué, cómo te han ido las vacaciones? -le pregunta el amigo. -El tiempo, horrible, y la pensión era una porquería. El mar quedaba lejísimos, la playa apestaba y la habitación era minúscula. Lo mejor de todo, las toallas... -¿Y eso? -pregunta, sorprendido, el amigo. -Eran espléndidas -dice el avaro-, de un excepcional tejido esponjoso, de primera calidad, muy gruesos. ¡Eran tan gruesas que me costó muchísimo cerrar la maleta!

Un tipo entra en una óptica. -Buenos días, ¿tienen gafas de sol graduadas? -¡Lo siento, pero todas las que tengo en stock aún no han terminado la universidad!

Un niño entra en una juguetería, coge un osito de peluche muy grande y se dirige a la caja para pagar con un billete del Monopoly. -Niño, ¿no ves que el billete no es de verdad? -Ya, pero el osito tampoco lo es.

Esto era un accidente de avión en el mar, donde milagrosamente todos había sobrevivido, aunque se encontraban a la deriva y con los restos del aparato a punto de hundirse. El capitán al habla: -Pasajeros, escuchen atentamente. Los que sepan nadar colóquense hacia la parte izquierda y los que no a la derecha. Los de la parte izquierda naden hacia la isla más cercana, y los de la parte derecha decirles que nuestra línea aérea les agradece su preferencia, gracias por volar con nosotros.

El padre promete al hijo darle un paseo en helicóptero, y aunque era muy tacaño finalmente tuvo que cumplir su promesa de cumpleaños. Negociando con el piloto el precio dijo: -Es muy caro, hágame un descuento. -Bueno, si es capaz de soportar las piruetas que voy a hacer sin gritar nada, les saldrá gratis. Llega el viaje y el piloto del helicóptero hace de todo pero al final tiene que rendirse a la evidencia: -Estoy impresionando, hasta ahora nadie había resistido esto nunca. No le cobraré el paseo. -Bueno, lo suyo me costo, cuando se cayó el niño por la ventanilla casi grito.

Era un catalán hablándole a su hijo: -Mira Jordi, este reloj va de generación en generación. Lo compró mi tatarabuelo, que a su vez paso a mi bisabuelo, abuelo, padre y ahora es mío. Pero llegó el momento y quiero que sea tuyo. ¡Te lo vendo!

Le pregunta el doctor Tilla a un paciente: -¿Y dónde nota usted la molestia? -En el brazo derecho. Hace cinco días que llevo el termómetro que usted me puso.

Según las estadísticas, uno de cada cuatro hombres es un pervertido sexual. Entonces, si tus tres mejores amigos son absolutamente normales, no lo dudes ni un momento, el pervertido eres tú. Felicidades.

Un mariquita muy fino, después de encontrarse solo en una isla, pierde contacto con la civilización. Al cabo de los años, una mañana caminando por la playa, encuentra un reloj; lo mira, lo toca, se lo acerca al oído y escucha: Tic, tic, tic, tic. Horrorizado, lo arroja a la arena, y grita: -¡¡Ay, ay, si está vivo... !!

Una chica joven y guapa va al médico. -Doctor, me duele la garganta. -Tendrá usted que quitarse la ropa completamente. -Pero si sólo me duele la garganta. -Bueno, déjese las medias...

En un campo de nudistas. -Mira aquella chica, ¡qué porte!, ¡qué líneas!, ¡qué formas!... -Sí, no está mal, pero en esta época de truquitos, hay que desconfiar. Me gustaría verla vestida.

-La mejor medicina para los males del hombre es el amor. -¿Y si no surge efecto? -Duplíquese la dosis