-Venía por la vacante de cocinero -Muy bien, ¿qué sabe de catering? -Pues estudió conmigo en el colegio y creo que ahora ya tiene hijos.

¿Cómo se llama una tienda en la que solo se venden pelotas? Un negocio redondo

Cuáles son las personas más estudiadas? Los taxistas, porque tienen muchas carreras.

Llega el jefe al trabajo con un Ferrari nuevo y le dice a un empleado que se quedó mirando: -Si trabajas mucho, te esfuerzas al máximo todos los días y das lo mejor de ti, el próximo año compro otro igual…

- Sabes algún chiste de informáticos? - No - Pues yo MS-DOS

Entra un ciego en un bar: -Camarero, póngame un café muy caliente. -¿Lo quiere hirviendo? -Que gracioso...

En la carnicería: -Buenos días, quería el cuarto de un pollo por favor... -Lo que usted quiere es una jaula

-¿Señor, a donde le gustaría ir? -Me incorporo y voy a donde los pies me lleven. Soy libre, y me dejo llevar por el viento. Sigo los designios de mi corazón... -A ver señor, o me dice a donde o bájese del taxi.

-¿Me pone un zumito de naranja, por favor? -¿Natural? -De Logroño, pero vamos, que eso no creo que importe mucho.

Un señor está comiendo en un restaurante curando, de repente, muy enfadado, llama al camarero y le dice: -¿Podría decirme qué está haciendo esta mosca en mi sopa? Y el camarero le responde: -A ver, yo o es que sea un experto, pero... ¡diría que está nadando!

Un gondolero veneciano llega a su casa hecho polvo y se lamenta ante su mujer: -¡Ay, si supieras qué me ha pasado! Un turista americano me ha pagado quinientos euros para que lo paseara todo el día en góndola. -Ah, pues muy bien, ¿no? -¿Bien, dices? ¡El tío quería hacer esquí náutico!

Un carnicero está despachando en la carnicería, cuando entra es novio de su hija y le dice: -¡Buenos días, vengo a pedirle la mano de su hija! El carnicero, que tiene la cabeza en otra parte, le responde: -Muy bien... ¿la quiere con hueso o sin hueso?

Un hombre entra en una ferretería y le pregunta al dependiente: -¿Tiene clavos? -No, no tengo. -¿Y pintura? -Pues tampoco tengo. -¿Y un serrucho? -Mire señor, si he de serle sincero, no tenemos de nada. -¡Caramba! ¿Y por qué no cierre de una vez? -¡Porque tampoco nos quedan candados!

Una señora va a la modista para probarse un vestido y pregunta: -¿Cuándo lo tendrá listo? -Dentro de un mes -le responde la modista. -¿Un mes? -exclama la señora-. Y pensar que el mundo se hizo en seis días... -Sí, claro -dice la modista-, ¡pero no se hizo a medida!

Un joven se presenta a una entrevista laboral. -Buenas, venía por lo del puesto de electricista. -¿Tiene usted experiencia en el ramo de la electricidad? -le pregunta el entrevistador. -¡Uf, ya lo creo, -responde el joven-, me he electrocutado un montón de veces!

Una señora entra en la charcutería y le dice al dependiente: -¡Ayer me devolvió mal el cambio, se equivocó de veinte euros! E dependiente le dice con malos modos: -¡Lo siento, señora, pero ya es demasiado tarde... tendría que habérmelo dicho ayer! La señora se ríe y le responde: -Ah, si usted dice que es demasiado tarde... ¡me parece perfecto! ¡Me quedo los veinte euros de más que me dio y santas pascuas!

Un hombre entra en una farmacia. -Buenos días, deme algo que me haga sudar. Al momento, el farmacéutico saca de debajo del mostrador dos bolsas enormes cargadas con la compra, se las da y le dice: -Lleve estas bolsas a la calle del Quinto Pino número 23, quinto piso, sin ascensor: ¡Ah, y no se entretenga por el camino!

Una señora entra en una farmacia con un tubo de pasta de dientes en la mano. Se dirige al farmacéutico y le dice, indignada: -¡Cuando compré esta dentífrico me dijo que combatía la caries, pero sigo teniendo! El farmacéutico le responde: -Yo le garanticé que combatía la caries... ¡pero no le aseguré que siempre saliera vencedor!

En la frontera, un aduanero muy quisquilloso para un camión frigorífico. -¿Qué lleva en el camión? -le pregunta al camionero, -¡Ostras! -le responde éste. -Hummmm... pues quiero inspeccionarlas. ¡Ábralas todas!

Un hombre va al circo en busca de trabajo y el director le pregunta: -A ver, ¿cuál es su especialidad? -Yo sé imitar a los pájaros. -¡Bah! ¡Eso lo sabe hacer todo el mundo! -Ah... vale... En ese caso, no le haré perder más tiempo. ¡Y el hombre se va volando!

Un turista pasa por delante de una casa de campo y ve que el campesino tiene una cesta llena de setas en la entrada. -Caramba, qué buena pinta tienen estas setas... -Ya lo creo, las he cogido esta mañana -le explica el campesino-, en el bosquecillo que hay un poco más arriba de la casa. -Pues me llevaré un par de kilos y se los pagaré mañana. -Ah, no -responde el campesino-, de eso nada, los ha de pagar ahora mismo. Si resulta que son venenosos, ¿quién me los pagará mañana?

Un campesino se encuentra con otro. -Hola, Pedro, ¿qué tal? -Tengo una gran noticia. ¿Sabías que he encontrado una gallina que pone huevos de oro? -¡Caray, Pedro, tú sí que tienes suerte! -No te creas... ¡No hay modo de hacer una buena tortilla con ellos!

Un hombre llama al técnico informático para que le arregle el ordenador. -Quisiera que lo arreglara enseguida. Además, estoy un poco nervioso porque es nuevo y lo tengo en gran estima... El técnico responde: -¡No se preocupe, desde que me dedico a arreglar ordenadores sólo he estropeado uno! -¿Ah, sí? ¿Y cuántos ha reparado hasta ahora? -Hum... éste es el segundo...

-¡Camarero, camarero, hay un escarabajo muerto en mi café con leche! -Sí, señor, ya lo veo... ¡Está claro que este no sabía nadar!

Un veterinario no se siente muy bien y decide ir a la consulta de un médico. El doctor comienza a hacerle mil preguntas sin tan siquiera mirarlo y toma notas y más notas sobre sus síntomas, las enfermedades pasadas, alergias, intolerancias, todo su historial clínico anterior desde su nacimiento hasta la actualidad... En un momento dado el veterinario, que ya ha perdido la paciencia, interrumpe al médico. -Disculpe, doctor, pero ¿no podría hacer como hago yo con mis pacientes? ¡Los examino, les miro los dientes, las patas, hago un diagnóstico y los curo! -Claro, claro -asiente el médico con una risita-, pero entonces, si el tratamiento no funciona, tendré que sacrificarle...

Un pescador que ha estado pescando en los Mares del Sur presume ante un amigo: -¡Pesqué un pez enorme, pesaba cien kilos, como mínimo. Pesaba tanto que no podía sacarlo del agua, estuvimos una hora luchando, él tirando hacia aquí, yo tirando hacia allá. Fue una lucha increíble, verlo para creerlo. ¡Por cierto, mi mujer me hizo una foto con el pez! El amiga mira la fotografía, guarda un momento de silencio y por fin musita: -Pues a mí no me parece tan grande, cómo máximo debe de pasar una diez kilos. El otro, molesto, le replica: -¡Claro que pesaba cien kilos, pero de tanto tirar de la caña adelgazó un montón...!

Un saltador de altura cae mal en uno de sus saltos y se le sale la clavícula. Va al fisioterapeuta y le dice: -Doctor, tengo un hueso fuera. -Ah, ¡pues hágale pasar, hombre!

Un piloto va conduciendo mientras su copiloto le da instrucciones. En un momento dado, le dice: -Escucha, para ir más deprisa, en lugar de decirte: gira a la derecha, te diré GALDA, ¿de acuerdo? -Vale -le responde el piloto alzando el pulgar. -Y cuando tengas que girar a la izquierda te diré GALI, ¿entendido? -Muy bien -asiente el piloto. Al cabo de un rato, el copiloto grita: -¡GALDA, GALDA... FAI! Y se dan un batacazo histórico, de esos que hacen época. El coche se estrella contra una pared. Los dos despiertan en un hospital, enyesados de la cabeza a los pies. El piloto abre los ojos y le dice a su compañero: -Una pregunta... ¿¿¿qué narices quiere decir FAI??? Y el copiloto masculla: -Muy fácil... significa: ¡FRENA, ACCIDENTE INMINENTE!

Un señor entra en una tienda de deportes. -Quisiera un paracaídas. -Muy bien, tenemos éste, totalmente garantizado. El cliente pregunta, receloso: -¿Garantizado? ¿De verdad? -Ya lo creo. Mire, usted tira de la cuerdecita roja y el paracaída se abre. -¿Y si no se abre? -¡Tira de la cuerdecita amarilla! -¿Y si no se abre? -Tira de la cuerdecita lila? -¿Y si no se abre? -Pues mire, entonces me lo trae... ¡y le devolveré el dinero!

Un boxeador le cuenta a su amigo que padece insomnio, y éste le aconseja: -¿Has probado a contar ovejitas? -¡Sí -responde el boxeador-, pero cuando llego a la novena, me pongo en pie de un salto!

En un restaurante, un cliente grita enfurecido: -¡Camarero, camarero! ¡Tráigame otro bistec, que este está histérico! El camarero le pregunta con extrañeza: -¿Histérico, ha dicho? -Pues claro, ¿no ve la cantidad de nervios que tiene?

Una señora empieza a chillar, totalmente fuera de sí: -¡Camarero, camarerooo! ¡Hay una rata en la sopa! El camarero, impertérrito, le responde: -Señor, no hay para tanto, ¿no ve que está muerta?

Un camarero muy, muy, pero que muuuuy tiquismiquis, le pregunta al cliente: -¿Qué le apetece al señor? -Pollo. -¿De gallinero o de explotación industrial? -De gallinero. -¿Cocido o asado? -Asado. -¿Solo o con guarnición? -Con guarnición. -¿Patatas o guisantes? -Guisantes. -¿Salteados con aceite o con mantequilla? -Con mantequilla. -¿Muy hechos o poco hechos? -Poco hechos. -El pollo, ¿muslo o pechuga? -Muslo. -¿El derecho o el izquierdo?

Un cliente se queja al camarero: -¡Camarero, camarerooo! ¡Hay una mosca en mi sopa! ¡Exijo que me la cambie inmediatamente! El camarero se vuelve hacia la cocina y grita: -¡Oído cocina, otra mosca para el señor!

Un cliente se queja al camarero: -Si no me traen algo enseguida, se me irá el apetito... Y el camarero le responde: -Ah, si es por eso, no se preocupe: ¡en nuestro restaurante seguirá teniendo hambre incluso después de haber comido!

En un restaurante, un cliente llama al camarero y se queja: -¡Camarero, venga a ver esto! ¡Hay una mosca en la sopa! Y el camarero, impasible, le responde: -¡No se preocupe, señor! ya se la comerá la araña... ¡que hay en la ensalada!

En un bar muy sucio, un cliente le pregunta a otro: -Oye, ¿las aceitunas negras tienen patas? -¡Claro que no! -Ah -dice el otro con cara de resignación-, ¡pues entonces me acabo de comer una cucaracha!

Un señor se acomoda en la mesa de un restaurante. El camarero le pregunta qué quiere comer. -Tráigame lo que está comiendo aquel señor... el de la mesa de al lado. Y el camarero le responde: -Veré qué puedo hacer... ¡¡¡pero no sé si se dejará robar el plato!!!

Un cliente, en un restaurante, pregunta: -Camarero, ¿qué es lo más fresco del día? Y el camarero le responde: -Hum, ¡la pintura de la silla sobre la que está sentado, señor!

Un cliente muy tiquismiquis y exigente va al restaurante. Tras estudiarse la carta durante media hora, le dice al camarero: -Camarero, tome nota, por favor: para empezar, sírvame unos pimientos fritos, pero no demasiado; de segundo, un plato de pasta, no demasiado cocida; después un bistec a la plancha, ni demasiado hecho ni demasiado crudo; una ensalada con dos gotas de vinagre; una rodaja de piña con tres medias cucharaditas de azúcar; un café que no esté ni muy caliente ni muy frío; y para beber, agua... agua... El camarero lo interrumpe, sarcástico: -Señor, ¿con qué grado de humedad desea el agua?

Un señor va a un restaurante, se acomoda, dispuesto a almorzar, cuando de pronto ve una cucaracha paseándose por debajo de la mesa. -¡Camarero, camarero! ¡Hay una cucaracha debajo de la mesa! -¡Tranquilo! -le dice el camarero-. ¡Lo que ha pasado es que nos hemos dejado abierta la puerta de la cocina!

Un cliente se está quejando al camarero: -¡Camarero, este bistec sabe asqueroso... como a agua y jabón! El camarero le responde: ¡Mire, señor, primero se ha quejado de que el bistec estaba demasiado aceitoso, y ahora, que se lo he lavado con agua y jabón, tampoco está contento!

En un restaurante, un cliente escoge del menú un plato llamado langosta fresca. Cuando se lo sirven, protesta indignado. -¡Camarero, esto es una vergüenza! ¡He pedido plato de langosta fresca y había un pelo en el plato. Exijo hablar con el cocinero! El camarero niega con la cabeza y le responde: -Señor, puedo garantizarle que el pelo no es de nuestro actual cocinero, que es calvo y tiene la cabeza como una bola de billar. ¡El pelo debe ser del cocinero que trabajó aquí el mes pasado.

En un modesto restaurante, un cliente insatisfecho llama al propietario para quejarse: ¡He pedido una sopa de espárragos y no he encontrado ninguno. El propietario le replica con malos modos: -Entonces ¿me está diciendo que cuando usted pide una tarta de la abuela, espera encontrarse una abuela dentro?

Un señor entra en un bar y pide un vaso de agua. El camarero no le hace ni caso. El señor vuelve a pedírselo una vez más, y otra, y otra. Al final se enfada, se pone en pie y sujeta al camarero de la manga. -Haga usted el favor. ¡Le he pedido cien veces un vaso de agua! -¡Le ruego que me disculpe, caballero! -le dice el camarero, y entonces se vuelve hacia su compañero de la barra y grita-: ¡Cien vasos de agua para este señor, y deprisita!

-¿Sabes por qué los elefantes llevan raquetas a la playa? -¿Para jugar a las palas? -¡No, para no hundirle en la arena! ¿Y sabes por qué los avestruces esconden la cabeza bajo ti?

Un señor va a un restaurante y pregunta cuál es la especialidad de la casa. -El plato estrella de la casa son los canelones con sorpresa, se los recomiendo. Al cabo de un rato se los sirve y, cuando el cliente está a punto de probarlos, se queja al camarero: -¡En este plato hay una mosca! -¡Glups! Se debe de haber abierto uno de los canelones mientras lo cocinaban... ¡Lo siento, pero acaban de arruinarle la sorpresa!

Un cliente se sienta en la butaca de un barbero muy tonto. El barbero empieza a afeitarlo, y al cabo de un ratito le pregunta: -Hum, señor, ¿por casualidad no habrá tomado espaguetis con tomate para almorzar? -No, ¿por qué? -inquiere el cliente con extrañeza. -Hum, pues en ese caso -dice el barbero-, me temo que acabo de cortarle la barbilla...

Un señor entra en un restaurante. Pide una porción de pastel de pescado, prueba un poco y llama al camarero. -¡Camarero, este pastel es repugnante! -¡Pero señor... si precisamente es nuestra especialidad! ¡Hace años que lo servimos! -¿Años? ¡Entonces no me extraña que esté pasado!

Un pescador está pescando en medio del mar. De pronto exclama: -¡Hace un sol que achicharra! ¡Qué calor! Una gaviota que pasa por allí también se queja: -¡Es verdad, qué calor! Un delfín murmura: -Nunca había oído hablar a una gaviota... Y la caña de pescar exclama: -¡Yo tampoco, es increíble!

¿Qué le sucede a la cajera cuando se rompe una pierna? ¡Que sufre una factura! ¿Cuál es el futuro de la verdura? Yo verduré, tú verdurarás, él verdurará...

Un joven marinero le pregunta a un bregado hombre de mar: -¿Qué efecto produce pasarse seis meses bajo el agua, encerrando en un submarino? Y el otro le responde, sonriente: -¡Piensa en latas de sardinas y tendrá la respuesta!

-¿Cuándo piensa arrancar de nuevo este autobús? ¡Ya llevamos más de media hora sin movernos! -protesta un pasajero. -Es que el conductor es una persona muy educada -le explica el señor que está a su lado. -¿Y eso qué tiene que ver? -Pues que ha visto una señora mayor de pie y le ha cedido su asiento.

En la frontera, un aduanero muy quisquilloso le indica a un camión frigorífico que se detenga. Le pregunta al transportista: -¿Qué mercancía transporta? El transportista responde: ¡Ostras! -Hummm, tendré que comprobarlo... ¡Ábralas todas!

Se ha abierto una vía de agua en el barco. El capitán comprende que ya es demasiado tarde y que la nave se está hundiendo. Llama al grumete y le dice: -Grumete, cuando has visto que empezaba a entrar agua ¿por qué no me has llamado, pedazo de animal? Y él grumete responde sin pensárselo: -¡Mi capitán, no soy ningún maleducado, yo jamás le llamaría pedazo de animal!

En un gran prado lleno de vacas pastando, unos obreros instalan cables de anta tensión sobre unas torres eléctricas. Una rata forastera que pasa por allí se detiene, observa la actividad de los operarios y se echa a reír, seguida al momento por sus compañeras, que son igual de bobas que ella. -¿Se puede saber qué os hace tanta gracia? -Se preguntan los operarios. -Verás -responde la rata-, es que si ponéis la cerca tan alta, ¡se os escaparán todas las vacas!

El capitán del barco ordena: -¡Lanzad el ancla! -¡Pero, capitán, si aún está nueva!

Un señor entra en un restaurante y pide codorniz asada con guisantes. Cuando le sirven el plato, llama al camarero: -¡Camarero, camarero, camarerooo! ¡Esta codorniz está poco hecha! -¿Está usted seguro? Yo diría que está en su punto -le responde el camarero. El cliente: -¡No está lo bastante hecha, le digo! -¡Pues yo le digo que sí está hecha! -replica el camarero. -¡No está hecha! -insiste el cliente-. Pero ¿es que no lo ve? ¡Si la codorniz se está zampando los guisantes!

En la frontera, un aduanero muy quisquilloso le indica a un camión frigorífico que se detenga. Le pregunta al transportista: -¿Qué mercancía transporta? El transportista responde: -¡Ostras! -Hummm, tendrá que comprobarlo... ¡Ábralas todas!

Unos amigos van a una zapatería y preguntan por el precio de unos zapatos que les gustan. El dependiente les dice que cuestan 200 euros, y uno de los amigos le pregunta, extrañado: -Pero, ¿qué tienen de especial? -Señor, es que estos zapatos son de cocodrilo. Así que los dos amigos, viendo que pueden hacer ellos mismos un buen negocio, deciden ir al Nilo a cazar unos cuantos cocodrilos. Extenuados, cuando ya llevan cerca de dos mil cocodrilos cazados, uno le dice al otro: -Cazamos un par más y como tampoco lleven zapatos lo dejamos, ¿no?

Dice un cliente alemán al camarero: -Camarrrerrro, hay un mosca en mi sopa. -No es un mosca, es una mosca. -¡Carrray, que vista tenerrr usted!

Un señor que estaba sin trabajo es contratado por un zoológico: tendrá que ponerse un disfraz de gorila y fingir que es un primate recién llegado a las instalaciones. El hombre hace bien su trabajo: cuando llegan los turistas salta como un gorila y hace extraños ruidos con la boca, como los gorilas. Pero un día, el falso gorila se despista y acaba metiéndose en la zona reservada a los leones. Desesperado, empieza a gritar pidiendo socorro, pero el león se le acerca, apoya una pata en su hombre y le dice al oído: -¡Haz el favor de callarte, o los dos nos quedaremos sin trabajo!

En un restaurante, el camarero se acerca a un señor que acaba de terminar de comer: -¿Cómo ha encontrado el filete el señor? -¡Muy fácil! ¡Estaba debajo de las patatas...!

En un restaurante, un cliente exige ver al cocinero. -¡He encontrado dos pelos en la sopa! -le dice al chef. Y éste le responde: -Ah, lo siento mucho, ¿cuántos deseaba?

Un señor está pidiendo la comida al camarero: -Y el bistec, ¿cómo viene? ¿Solo? -No, señor, se lo voy a traer yo.

Un cliente llama al camarero y le dice, indignado: -¡Camarero, llevo una hora tratando de cortar este bistec! Y el camarero le responde: -Señor, por eso no se preocupe, ¡este restaurante no cierra hasta medianoche!

Un tipo va a la oficina de correos y dice: -Quisiera enviar esta carta. El empleado le responde: -Póngase en la cola. Como en la estafeta no hay nadie más esperando, el hombre vuelve a intentarlo. -Quisiera enviar esta carta. -Quisiera enviar esta carta. -Ya le he dicho que se ponga en la cola. Exasperado, el hombre de grita: -¡Ya basta! El empleado le dice: -¡Oiga, tampoco hace falta ponerse así! Y el tipo le responde: -¡Hay que ver, con la de gente que hay aquí, y le ha dado por meterse conmigo!

Ua señora va al sastre para que le tome las medidas de una americana. El sastre le dice: -¡Fíjese, qué maravilla! ¡Le sienta como un guante! -¡Pero si las mangas me llegan a los dedos! -¡Exacto, es lo que yo le decía!

El abuelo de Luis se rompe una pierna y lo llevan al hospital. El médico se la escayola y le dice: -Ya puede irse a casa. Vuelva dentro de un mes, y, recuerde: ¡nada de escaleras! Al cabo de un mes el abuelo vuelve al hospital la mar de sonriente y le pregunta al médico: -¿Qué, ya me pueden quitar el yeso? -Sí, por supuesto..., pero ¿por qué está tan contento? -¡Porque ya empezaba a estar harto de tener que encararme al árbol del jardín para entrar en mi habitación por la ventana.

Dos mujeres están hablando: -Mi marido dice que cuanto mayor me hago, más interesante me encuentra. -Qué majo, ¿no? -De majo, nada. Es arqueólogo.

Un señor entra en una tienda de disfraces y pregunta: -¿Tienen trajes de camuflaje? -Sí, pero hace dos meses que los estamos buscando.

Un albañil se cae de un andamio. A su alrededor se forma un círculo de curiosos. Llega un guardia y pregunta: -¿Qué ha pasado aquí? El albañil se levanta medio aturdido, se sacude la ropa y dice: -¡Ah, yo no lo sé, acabo de llegar!

-Todo el mundo mete la nariz en mis negocios. -¿Y eso no te molesta? -No, al contrario. Soy fabricante de pañuelos.

-Camarero, ¿me pone un bocadillo de tortilla? -¿Francesa o española? -Da igual, ¡no pienso hablar con ella!

En el mercado. -Quisiera una manzana. -¿Verde o roja? -¡Qué mas da! ¿No ve que voy a acabar pelándola?

Tres zapateros de una misma calle cuelgan carteles en sus respectivas tiendas para atraer clientes. El primero pone: ¡Aquí trabaja el mejor zapatero del mundo. El segundo pone: Aquí trabaja el mejor zapatero del universo. Y el tercero, que es el más astuto, escribe: Aquí trabaja el mejor zapatero de esta calle.

¿Cuál es el mejor momento para coger manzanas? Cuando no está el campesino.

-¡Eh, joven, aquí no puede pescar! -Ya lo veo, ya. ¡Hace cinco horas que estoy aquí y no ha picado ni un pez!

En plena hora punta de tráfico, un taxi avanza a paso de tortuga. -¡Esto no hay quien lo aguante! -protesta la pasajera-. ¿No podría ir un poco más deprisa? -Yo sí, señora, pero entonces tendrá que conducir usted el taxi.

-Camarero, ¿cuándo vendrá esa sopa que he pedido? ¡Hace más de una hora que espero! -¡Lo siento señor, pero ha de tener en cuenta que es un sopa de tortuga!