Libro de chistes cortos buenos

Un perro está solo en casa. De repente, suena el teléfono, el perro lo coge y dice: -¿Guau? La persona que ha llamado, sorprendida, exclama: -¿Cómo, perdón? -¡Guau! -Perdone, pero creo que no le entiendo. Y el perro, ya cansado, dice: -¡A ver: G de gato, U de Uruguay, A de Alemania y U de Universo!