Un tipo entra quejándose en una tienda de informática: -¡Desde que limpié el ordenador, ya no funciona! -¿Cómo lo ha limpiado? -le pregunta la dependienta. -¡Con agua y jabón, por supuesto! La dependienta le explica, horrorizada: -¡Ha sido el agua lo que lo ha estropeado! ¡No debe usarla nunca! -¿Está segura? Yo dirÃa que lo que lo ha destrozado no ha sido el agua y el jabón... ¡sino el centrifugado!