Dos cangrejos se encuentran en el fondo del mar, y uno de ellos parece tener prisa. El amigo, intrigado por la urgencia del cangrejo, le pregunta: -¿Se puede saber adónde vas con tantas prisas? -¡Se puede saber adónde vas con tantas prisas -¡Es que he quedado con el mecánico y llegó tarde! -¿Y por qué un cangrejo tendría que ir al mecánico? -¡Porque ya estoy harto de circular siempre con la marcha atrás puesta!