Libro de chistes cortos buenos

Un señor lleva su perro al veterinario porque está lleno de pulgas, y el doctor le receta un reconstituyente. Extrañado, el señor le dice: -Doctor, ¿Está usted seguro de que no se ha equivocado? -No, señor: ¡con todo lo que tendrá que rascarse, su perro necesitará mucha energía!