Una viejecita va al hospital. La enfermera le da una hoja de papel y le dice: -¡Señora, escriba aquí cuántos años tiene! -¿Quiere que escriba mi edad? -Eso mismo. Viendo que la anciana vacila, la enfermera suspira y le dice: -¡Escriba, señora, escriba, que cuanto más tiempo pase, más empeorará la situación!