Libro de chistes cortos buenos

Un señor entra en una tienda de deportes y le pide al dependiente unos guantes de boxeo. El dependiente le trae los guantes de boxeo. El dependiente le trae los guantes, se lo queda mirando y le pregunta: -¿Son para usted? -Qué va, son para mi perro -responde el señor-, es que tengo un bóxer, ¿sabe?