Libro de chistes cortos buenos

Un cliente entra a comprar en un colmado. -Quisiera media docena de huevos. El dependiente le despacha los huevos y comenta: -¡Está de suerte señor, me los acaba de traer el granjero; aún están calentitos! -¡Ah, no -dice el cliente-, yo los quiero frescos!