Libro de chistes cortos buenos

Una monja que tenía hipo, va al médico y le dice: -Oiga doctor, tengo un hipo que no se me va. El doctor la observa y le dice: -Está usted embarazada! La monja al llegar al convento lo cuenta y al día siguiente llega la madre superiora a hablar con el médico y le dice: -Pero doctor, ¿Cómo le ha dicho eso? -Era para darle un susto y así quitarle el hipo! -Pues el que se ha llevado el susto es el obispo que se ha tirado desde el campanario!