Juan durante toda su vida ha bebido mucho y muy a gusto. Hasta que un mal día el médico le aconseja que se someta al examen de un especialista de hígado. Y éste último receta a Juan que beba sólo leche. Algunas semanas después el especialista pregunta a Juan qué tal le va: -Un poco mejor, doctor, ¡Pero ahora en tiendo porqué los bebés están siempre llorando!