Libro de chistes cortos buenos

Estaba una rubia de vacaciones en el campo con su abuelo, y una mañana le da por ir al establo para ordeñar unas vacas... se pone a ello y cuando llega el abuelo le dice: -¡Ves abuelo! ¿No te impresiona que sepa ordeñar a las vacas? -¡Cariño! ¡Ese es un toro!