Libro de chistes cortos buenos

Estaba Jaimito llorando todo triste en un banco, se le acerca un policía y le dice: -¿Qué le ha pasado? -Es que un niño malo me ha robado el pan de la merienda... -¡Vaya! ¿Estaba solo? -No! ¡Tenía también jamón y quesitos!