Un niño le dice a su papá: -Papá, ¿me puedo bañar contigo? -Sí, pero no me mires abajo, porque abajo está Superman. Otro día el niño le dice a su mamá: -Mamá, ¿me puedo bañar contigo? -Sí, pero no me mires ni abajo ni arriba por que arriba están las campanas y abajo la iglesia. Al siguiente día, desayunando dice el niño: -¡Anoche los vi!. Cuando se tocan las campanas se abre la iglesia y es cuando Superman entra.