Un hombre llega al consultorio de un oculista y, después de examinarlo todo bien, el facultativo le dice: -Estimado cliente, usted tiene hemorroides. -¿Por qué no me mira el otro a ver si tengo cataratas?
Un hombre llega al consultorio de un oculista y, después de examinarlo todo bien, el facultativo le dice: -Estimado cliente, usted tiene hemorroides. -¿Por qué no me mira el otro a ver si tengo cataratas?