Libro de chistes cortos buenos

-Yo con solo oír el trote del caballo, digo de qué color es. -¿Es posible? -Sí. Con los ojos vendados y vuelto de espaldas voy diciendo: caballo blanco, caballo gris... -¡Asombroso!, y ¿siempre acierta? -Oh no, casi nunca.