El criado notó que su amo no se encontraba bien y, aunque sabía que odiaba a los médicos, llamó a uno. Entonces le dijo a su señor: -Ha llegado el doctor. A lo que el señor contestó: -Dile, por favor, que vuelva otro día, que hoy me encuentro bien.
El criado notó que su amo no se encontraba bien y, aunque sabía que odiaba a los médicos, llamó a uno. Entonces le dijo a su señor: -Ha llegado el doctor. A lo que el señor contestó: -Dile, por favor, que vuelva otro día, que hoy me encuentro bien.