Libro de chistes cortos buenos

-Su mal no es nada serio, dice el médico a su encopetada cliente. Lo que tiene que hacer es tomar cada mañana una cucharada de este sencillo medicamento. -¿Tan solo eso? Le advierto que yo soy la marquesa del Perifollo Oloroso. -Ah, bueno. En ese caso tome usted dos cucharadas.