Después de enviudar, aquella señora se casó con el hermano de su difunto marido. Una vez alguien fue a su casa, y viendo un retrato sobre la chimenea le preguntó: -¿Y ese señor, quién es? -Era mi pobre cuñado, que en paz descanse.
Después de enviudar, aquella señora se casó con el hermano de su difunto marido. Una vez alguien fue a su casa, y viendo un retrato sobre la chimenea le preguntó: -¿Y ese señor, quién es? -Era mi pobre cuñado, que en paz descanse.