-Por fin te casaste con aquella mecanógrafa que era tu secretaria? -SÃ, ahora es mi esposa. -Tengo entendido que a ella le gustaba darse la buena vida y gastar dinero. -Bueno, yo nunca le he prohibido que siga trabajando.
-Por fin te casaste con aquella mecanógrafa que era tu secretaria? -SÃ, ahora es mi esposa. -Tengo entendido que a ella le gustaba darse la buena vida y gastar dinero. -Bueno, yo nunca le he prohibido que siga trabajando.