Libro de chistes cortos buenos

Jacinto llega a la notaría para recibir la herencia de su tío, recientemente fallecido. El notario le hace esperar diez minutos, y al fin le recibe: -¿Viene usted por la herencia de su tío? -Sí, señor. -¿Llevaba mucho tiempo esperando? -Más de veinte años.