En Tierra Santa. Turista al barquero: -¿Cuánto me cobra por cruzar el río? -Veinte dólares. -¿Veinte dólares? ¡Pero esto es un robo! -Tenga en cuenta que este es el río que Nuestro Señor cruzó caminando sobre las aguas. -No extraña, ¡con esos precios!