Al regreso de un viaje de placer alrededor del mundo, durante el cual un individuo ha derrochado todo su capital, le preguntan en la aduana: -¿Tiene usted algo que declarar? -Sí, me declaro en quiebra.
Al regreso de un viaje de placer alrededor del mundo, durante el cual un individuo ha derrochado todo su capital, le preguntan en la aduana: -¿Tiene usted algo que declarar? -Sí, me declaro en quiebra.