Libro de chistes cortos buenos

Una anciana muy, pero que muy arrugada y encorvada toca la puerta de una lujosa casa y abre un niño. -Buenos días, hijito, vengo a recoger los juguetes que tu madre va a dar a una niña pobre. -Pero yo le dije a mi mamá que tenía que venir a por ellos la más pequeña de la familia. -Yo soy la más pequeña, hijo.