Un automovilista va por la carretera con un viejo coche, roto y desvencijado. Se detiene en un taller del camino para que le arreglen la bomba del agua y, terminada la reparación, le pregunta al mecánico: -¿Cree usted que podré llegar a la ciudad? -Con la bomba sí, pero con el resto del coche, no sé.