Un chaval le cuenta a su amigo: -Cuando caminaba por la selva, de repente me salió un león, el miedo me dominó y eché a correr para librarme de él y, cuando ya casi me alcanzaba, el león se escurría y yo corría y corría, y otra vez ya muy cerca se volvió a escurrir. -¡Si me pasa a mí me cago de miedo! -Anda, ¿por qué crees tú que se escurría el león?