Libro de chistes cortos buenos

Suena el teléfono de la centralita de taxis, y una voz reclama: -¿Qué pasó con el taxi que pedí para ir al aeropuerto? ¡No voy a llegar a tiempo para coger el avión de las ocho a Barcelona! -No se preocupe, ese avión siempre se retrasa. -Seguro que hoy saldrá retrasado si no viene el taxi que llamé. ¡Soy el piloto!