Estaban Plácido Domingo y Pavarotti discutiendo sobre quien tenía la mejor voz a lo que Pavarotti dice: -La semana pasada canté en un Santuario y a la Virgen al oírme le salieron lágrimas de los ojos. Plácido Domingo molesto replica: -El otro día en una Iglesia me puse a cantar y de repente vi como Cristo se sacaba los clavos de sus manos y sus pies y se aceró a mi para abrazarme y decirme: ¡Eso si es voz! y no la que tiene el sinvergüenza que hace ocho días hizo llorar a mi madre.