-No lo sé. ¡Pero cualquiera que sea, desde ahora es mi mejor amigo! La señora en un ataque de histeria llama a la doncella: -¡Luisita, Luisita! ¡Estoy convencida de que el señor se acuesta con su secretaria! -¡Ay señora! Hoy está usted de mal día. ¡Seguro que me lo está diciendo para hacerme rabiar.