Libro de chistes cortos buenos

Dos amigos se dirigen a sus casas completamente borrachos. -Juan, te tengo que confesar algo: desde hace algunos años soy el amante de su señora. ¿Me perdonas, amigo? -Eso demuestra lo mentirosas que son las mujeres -contesta Juan. -¿Cómo...? No te entiendo... -Sí... ¡hip, hip! Mi querida señora siempre me ha querido despertar los celos diciendo que tiene un galán bien parecido y elegante... ¡Hip, hip! ¿Y no me irás a decir que tú eres guapo y elegante...? ¡Hip, hip!