Dos niños montan en un triciclo tan deprisa que caen al suelo. Llorando la niña se baja las braguitas y le muestra a su amiguito dónde le duele. Tomasà se agarra la cabeza y exclama: -Dios mÃo! ¡Vamos rápido a casa a contárselo a tu mamá... Te lo has cortado todo...!