Una señora cansada de mantener al loro hecho un vago, decide encerrarlo en el gallinero. Pero, con el paso de los días, lo extraña. Marcha al gallinero, abre la puerta, invita al loro a que salga y, después, le ve caminar patiabierto y agotado. Por lo que le pregunta: -Pedrito, ¿qué te ha pasado... ? ¿Por qué caminas así? -¡Qué importa eso! ¡Lo que yo quisiera saber es quién ha sido el idiota que le ha dicho al gallo que también hay gallinas verdes?