Libro de chistes cortos buenos

El señor Rossi recibe una carta anónima: 'Estimado señor Rossi, mañana a las nueve de la noche en punto, su mujer le pondrá los cuernos. Firmado: un amigo.' Y el señor Rossi, muy tranquilo y nada enojado, murmura en voz baja: -¡Pobrecito, otro que se hace ilusiones con la puntualidad de mi mujer!