Libro de chistes cortos buenos

Un oficial y un marinero se encuentran en la barbería. El peluquero le pregunta al oficial si le tiene que perfumar; pero éste le contesta. -No, porque mi mujer dirá que he estado en una casa de citas. Más tarde, el peluquero hace la misma pregunta al marinero. Y éste contesta muy seguro: -A mí puede perfumarme, amigo, ¡porque mi mujer no sabe qué perfume hay en las casas de citas!