Libro de chistes cortos buenos

Un señor mayor que llama al doctor a las tantas de la mañana y le pide que venga a mirarlo. Llega el doctor a su casa y se pone a examinarlo al detalle, y mientras lo hace se le va poniendo mala cara. Entonces al fin habla. -Si hace el favor, llame ahora a los hijos, al abogado y a poder ser también al notario. El señor todo preocupado le pregunta: -¿Estoy muy mal no, doctor? ¿Ya viene mi hora? El doctor contesta: -¡Que bah! ¡Lo que ocurre es que yo paso de ser el único idiota al que molestan las tantas de la mañana!