Libro de chistes cortos buenos

La señora vuelve de la iglesia y le cuenta a su marido: -Querido, he ido a confesarme. Le he dicho al Padre que en Semana Santa procuro que no entre en mi cuerpo ni un sólo pedazo de carne... -¿Cómo? ¡Te ruego que me respetes y que hables al señor cura de una forma correcta! ¡Debe usar otras palabras para expresarte!