Una mujer visita al médico con un niño en brazos. -Doctor, estoy desesperada. El nene llora dÃa y noche. El médico examina a la criatura y no encuentra nada anormal. Luego, ordena a la mujer que se quite la blusa, y dice, tras examinar los pechos, con seguridad: -¡Ahora lo entiendo, señora! ¿Cómo no quiere que el niño no llore, si usted no tiene ni una gota de leche? -¿Y cómo quiere que yo tenga leche si no soy su madre? ¡Soy su tÃa!