Libro de chistes cortos buenos

Pepito acude un día a casa de su futuro suegro y le formula la ritual pregunta de que quería casarse con su hija. El hombre, no muy convencido, le contesta con el clásico interrogante: -¿Y tú crees que podrás hacerla feliz? -Eso seguro, ¡la tenía que haber visto usted ayer en el cine: cómo gemía!