Libro de chistes cortos buenos

Estaba un loco al borde de un precipicio, en medio de la carretera, señalando hacia abajo. Un conductor lo ve y para el coche.. -¿Qué pasa? -pregunta el conductor recién llegado. El loco no paraba de repetir: -¡¿Cómo ha quedado el 145?!... -¡¿Cómo ha quedado el 145?!... El loco se lamenta sin dejar de mirar el abismo. -¡Oh! ¡Cuanto lo siento! -dice el buen conductor. -Pero, ¿dónde está?, que no lo veo... -¡Allí! -responde el loco señalando con un dedo. Y vuelve a repetir sin parar: -¡¿Cómo ha quedado el 145?!... -¡¿Cómo ha quedado el 145?!... -Sigo sin verlo -comenta el conductor acercándose al borde del precipicio. En ese momento, el loco empuja al conductor, se asombra y, pocos segundos después, exclama: -¡¿Cómo ha quedado el 146?!... -¡Qué barbaridad! -¡¿Cómo ha quedado el 146?!... -¡¿Cómo ha quedado el 146?!...