Libro de chistes cortos buenos

Un campesino gallego recibe una carta de su hermano, que ha emigrado a tierras americanas: -Ven pronto, el dinero está tirado. El gallego, sin pensarlo mucho se embarca rumbo a Nueva York, y apenas baja del barco ve un billete en el suelo de cien dólares. Se dispone a cogerlo, pero pensándolo mejor dice: -Mi hermano tenía razón, pero no voy a ponerme a trabajar ya desde el primer día.