Libro de chistes cortos buenos

Esto es que en el Ayuntamiento se ha ido acumulando un montón de papeles, ya no queda sitio en los archivos para registrarlo todo; así que un día deciden tirar algunos papeles inútiles para hacer algo de sitio. Una secretaria no está segura de si unos legajos son útiles o no, le pregunta al alcalde: -Señor alcalde, ¿tiramos también éstos expedientes? -A ver... pues no sé... Bueno, tírelos, pero antes haga una fotocopia, por si acaso.