Libro de chistes cortos buenos

Era un cateto que va un día a Madrid y ve que todos los lugares públicos tienen aire acondicionado. Decide llevarse uno para su pueblo pensando que iba a ser la envidia de todos. Cuando se lo instala el técnico ya está toda la familia en el salón al completo, allí había 40 o 50 personas expectantes al acontecimiento. Cuando el tipo pone en marcha el aparato sin darse cuenta le da al aire caliente, y empieza a hacer cada vez más calor. Todos se miran en silencio unos a otros, y hace más calor, más calor, hasta que le pregunta su hijo: -Papá, ¿hace mucho calor no? Su padre le contesta: -Pues imagínate fuera hijo, imagínate fuera.