Un hombre entra con su hijo en una confiterÃa. Al irse, el dueño de la tienda le regala un caramelo al niño. El padre, para demostrar que su hijo es educado, le dice a este: -¿Qué se dice? Y el niño contesta: -¡Ah!... ¡Que tengo nueve hermanos, a ver si me podrÃa dar algo para ellos!