Tres hombres compiten en un concurso de tiro al arco. La única norma para ganar es acertar una manzana que está encima de la cabeza de un hombre, situado a cincuenta metros. El primer concursante tensa el arco, cierra un ojo para apuntar mejor y dispara la flecha. La flecha se clava en el centro de la manzana y el hombre dice: -Yo soy... Guillermo Tell. Le toca a otro concursante, que apunta casi sin mirar, dispara y su flecha parte por la mitad la flecha anterior. Todo el mundo aplaude con emoción y el hombre dice: -Yo soy... Robin Hood. Y entonces le toca al tercer concursante, que mira la dirección del viento, le da un beso a la flecha, mide la distancia hasta el hombre que aguanta la manzana, hace callar a todo el público, coge el arco, apunta, dispara y... la flecha se clava en la pierna del hombre. Con mucha vergüenza, el concursante confiesa: -Yo soy... un aficionado.