Libro de chistes cortos buenos

Un turista llega por la noche a un castillo y su dueño lo invita a cenar con él. A media cena, el turista le dice: -Oiga, este castillo es muy chulo, pero... ¿tiene fantasmas? El dueño se pone a reír y le dice: -¿Fantasmas? Pero ¿qué tonterías dice? En seiscientos años que hace que vivo aquí no he visto ninguno.